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¡Basta ya de espectáculos exorbitantes!

Mercantilización

¡La décima parte de suelo mínimo [1400 euros, ndlr] para una entrada a un concierto! … ¡La cultura en Francia se convirtió hoy en día en un lujo! golpeado directo y violentamente por la distribución numérica, la industria de la distracción cree haber encontrado la receta para hacerse de una salud financiera: sobre la espalda de los espectadores, con la ayuda de tarifas exorbitantes y sin que los espectáculos estén siempre justificadas.

Frente a la invasión de producciones artísticas venidas desde los Estados Unidos, en Francia se esta discutiendo la famosa “excepción cultural” para defender los interés de los creadores franceses, todo esto en el marco de las negociaciones del tratado de libre comercio entre el país norteamericano y la Unión Europea.

La creación cultural y artística no es una mercadería”, decía el presidente francés François Hollande, en defensa de la cultura francesa. Un mensaje que debería meditar también aquellos artistas que roban a sus fans en periodos de crisis…., escribe Matthieu Croissandeau en editorial del diario Le Parisien del 14 se septiembre del 2013.

¿Y en el extranjero?

¿Los espectáculos son más caros en Paris que en Londres, Berlín o Madrid? ¿Los artistas internacionales y sus productores nos hacen pagar el hecho que ellos tienen generalmente menos fechas de gira en Francia que en Reino Unido o en Alemana? Esto no tiene nada de evidencia si observamos las tarifas de tres giras europeas en curso (en septiembre) o a venir.

Es incluso lo contrario con los conciertos de la estrella del momento, Bruno Mars, donde las primeras entradas son ligeramente iguales en Paris – Bercy (45,50 euros), en Dublín (44 euros), Londres (47 euros) y Berlín (46,40 euros). Las mejores ubicaciones no exceden los 56,50 euros en Paris, mientras que ellos se elevan a 62 euros en Berlín y llegan a 79 en Dublín.

Para ver al ex Pink Floyd, Roger Waters y su grandiosa gira “The Wall” en los estadios se pagaron demasiado caro el 21 de septiembre del año en curso en Paris (de 56 euros a 122 euros) en comparación con Londres (de 78,50 euros a 97 euros) pero mucho más que en Ámsterdam (de 39 euros a 75 euros).

¡Basta ya de espectáculos exorbitantes!

Mylène Farmer a 140 euros, Muriel Robin a 80 euros. ¿Dónde se detendrá la subida del precio de las entradas? Un productor se indigna.


En septiembre último, el precio mínimo de 65 euros y  tarifas que llegan hasta 140 euros para el concierto de Mylène Farmer en el Bercy – en Francia relanzó la polémica sobre el precio de las entradas de los espectáculos.

Según el Centro Nacional de la Canción, variedades y del  Jazz (CNV), el precio en promedio de una entrada al concierto y a los espectáculos de los monólogos pasó de 26 euros a 32 euros, entre 2005 y 2012.

Y, es sobre todo la remuneración de los artistas que pesa más en la factura. “Con la crisis del disco, los artistas conocieron una baja en su remuneración y quieren compensar esta pérdida con los espectáculos”, subraya Jacques Renard, director del CNV. Sin embargo hay que adicionar a esto que los delincuentes que se autodenominan “amigos” de ciertos grupos, no hacen más que asesinar a sus propios grupos con la piratería y la distribución de los discos en mp3 u otras versiones numéricas vía Internet.

Regresando a la nota del diario Le Parisien,  advierte al público: Cuidado con los precios muy elevados. Así, Justin Bieber casi a duplicado el precio de sus entradas entre sus dos últimas presentaciones parisinas, pasó de 50 euros a 90 euros, pero el cantante no pudo más que llenar un solo Bercy en lugar de dos si él habría bajado sus tarifas.

Por su parte, otros  prestan mucha atención para limitar la inflación. “Depeche Mode, Pink o Roger Waters nos piden a tener  cuidado con las tarifas”, dice su productora en Francia, Jackie Lombard.

A pesar del aumento de los precios, el total de ventas del año del mercado se mantenía estable en el 2012 (650 000 euros). Pero algunos se preocupan, a tal punto que el Sindicato Prodiss (Unión del Espectáculo Musical y de Variedad) considera crear un observatorio de tarifas, concluye el diario parisino.

Los artistas se defienden

Elie Semoun, humorista se presentó en varias oportunidades en toda la Francia, sus tarifas están entre 38 y 45 euros en los Zénith de provincias, de 30 a 50 euros en París. “Yo siempre presto atención a que mis entradas no sean muy caras. Tengo muchos estudiantes en mi público, quiero que ellos puedan venir. A parte, hay costos de producción incomprensibles. Cierto, yo estoy completamente solo sobre escena, pero cuando yo estoy de gira, yo voy con una docena de técnicos, un camión para transportar el material y un bus. Cuando usted alquila un Zénith, usted no tiene más que la sala, usted debe aprovisionar las luces, el sonido, todo. Para que el espectáculo sea rentable, hace falta al menos 1 500 espectadores. Si no, perdimos dinero”.

Por razones humanas y financieras, no me presentaré más en los Zénith. Cuesta una fortuna y estoy muy lejos del público. Yo prefiero permanecer tres noches en una pequeña sala que una noche en una sala demasiada grande. Y luego, incluso a 50 euros, hay personas que lo encuentran muy caro…”, declara el humorista para el diario citado anteriormente.

Nicola Sirkis, líder de Indochina

Por su parte Sirkis, afirma que el precio para el concierto que supera los 50 euros es innoble (leer la intervención de Nicola en Indochine Perú)

Sus espectáculos no están regalados

Precio de sus conciertos de algunos artistas
“! Boicoteen los conciertos muy caros!”

Un productor de espectáculos se indigna frente a los precios muy elevados que cobran sus colegas. Según él, “los conciertos en Francia son muy caros”, estimando incluso que “los espectadores deben entrar en lucha” y nos llama “a boicotear los espectáculos muy caros”.

Él acusa primero a algunas concurrencias de “practicar precios los más elevados”. “Ellos están entre 20% y 30% más caros que nosotros y algunos otros como Alias y Radical, mientras que el precio de alquiler de las salas es la misma para todos”.

Las salas parisinas son las más caras de Europa, acusa el productor. El Olympia se alquila a 19 500 euros fuera de los impuestos, cualquiera que sea el espectáculo, el Zenith de París, con capacidad para 6 000 espectadores, es más cara que una sala para 10 000 personas en Londres. Y, Bercy, para 15 000 personas, es más cara que una sala para 20 000 personas en Inglaterra o en Alemania. En cuanto al Estadio de Francia, es la segunda más cara de Europa”. Para Hazot, “no hay mucha competencia entre las grandes salas, incluido en provincias”.

Para finalizar, el productor reprocha “a una minoría de artistas que quieren hacer dinero a espaldas de sus fans”. “Sobre todo los viejos, quienes necesitan dinero para asegurar sus desplazamientos en jet. Los jóvenes son fáciles a convencer de moderar sus remuneraciones. Ellos tienen consciencia de la crisis y tienen la inteligencia de diversificar sus recetas, con productos derivados. Cuando hicimos venir a Lana del rey al Olympia, por ejemplo, las entradas no excedían los 60 euros, pero habríamos podido llenar a 80 euros”.

Lo que me causa temor, es que las personas terminan por no ver el espectáculo, resume el productor, quien puede organizar hasta 700 conciertos por año. Moderar los precios es crucial para el futuro de la música y por lo tanto de nuestra profesión. Observe los teatros, ellos fueron demasiado lejos que muchos tuvieron que cerrar sus puertas”.

Los artistas venden menos discos, lógicamente cada vez mas hay conciertos, concluye Hazot. Si queremos que los conciertos funciona, hace falta que los espectadores salgan más frecuente y paguen por lo tanto más barato. Es mi temática. Y, nosotros probamos que es posible de practicar los precios correctos bajando nuestros márgenes”.

Así es señores lectores, es decir, si los artistas venden menos sus discos (por la responsabilidad de los delincuentes que piratean sus obras), entonces tiene como una consecuencia directa en los precios elevados de las entradas, pero también hay que tener en cuenta que esta alza es también por empresarios o productores inescrupulosos que aprovechan la disposición de algunos artistas y las ganas de ver por un gran público, para cobrar sumas exorbitantes.

El público no comprende las tarifas   

¿El espectáculo, un producto de lujo? En la Fnac (tienda francesa, presente en varios países europeos), los clientes miran dos veces antes de comprar sus entradas. “Ellos se quejan cada vez más de lo elevado de los precios”, reconoce uno de los responsables de las entradas. “Íbamos mas seguidos a los conciertos antes. Ahora, con mi enamorada, intentamos proporcionarnos las entradas como regalo para las granes ocasiones”, concede Samuel, un vendedor de 20 años.

Anna, funcionaria de 52 años, confía. “Me gustaría ver a Laurent Gerra (de 47 a 72 euros en el Olympia) y Nicolas Canteloup (de 40 a 76 euros en el Olympia en el 2011). Pero, ¡habría que cortarme un brazo!

Frédéric, no comprende ciertas tarifas. Este policía de 40 años fue a ver a Florence Foresti en el palacio de los deportes en el 2011 y “a debido pagar 50 euros para una entrada de tercera categoría”. “¡Es  horriblemente caro para un artista sola en escena!”, exclama él.

Nos preguntamos qué costos hay detrás de todo esto, porque “yo pagué el mismo precio para George Michel, acompañado de una orquesta sinfónica en la Opera Garnier el año pasado”.

Todo depende del artista, explica Michel, 81 años. Para Paul Anka en el Palais des Congrès en el 2008, no dudé en meter la mano en el bolsillo. La entrada valía 180 euros, me parece”. Y otros prefieren completamente esperar para ver el espectáculo….en la casa. “Yo no voy a pagar 90 euros para ver un espectáculos que sea retransmitido mas tarde en la televisión”, concluye Cyrielle, colegiaa 18 años.

Repartición promedio de una entrada de concierto a 100 euros
Distribución del costo de una entrada

En la imagen superior podemos ver la repartición en promedio de una entra a un concierto a 100 euros. La distribución es la siguiente:
  • 10 euros: para el productor (si el concierto es amortizado)
  • 20 euros: para la organización (publicidad, material, etc.)
  • 20 euros: para el alquiler de la sala y los costos incurridos.
  • 20 euros: de impuestos (al estado, Sacem, etc.) y,
  • 30 euros: para el artista.

Y,  ¿Cuánto es el costo de los conciertos en tu país? ¿Ellos son más o menos elevados?

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