El Oro, el Rostro Oculto del Frenesí Mundial y sus Consecuencias (II)
Después de la publicación El Oro, el Rostro Oculto del Frenesí Mundial y sus Consecuencias (I) veremos una breve descripción de algunos lugares donde el mineral precioso esta presente. Canadá: Los buscadores de oro al asalto del Yukón Este territorio del Noroeste de Canadá es el centro de operaciones de un nuevo frenesí para el metal amarillo. La competencia es así de ruda que las sociedades de explotación aurífera no respetan incluso la tregua invernal. El Courrier International, hace mención a un extracto del The Wall Street Journal: Denis Jacobs quien lleva la cuenta de las concesiones mineras para la explotación aurífera desde 1975, jamás había sido testigo de tal frenesí que regresa de nuevo a Yukón, el territorio mas occidental de Canadá, que ya fue el centro de operaciones hace más de un siglo, siendo uno de los centros más formidables de la fiebre de oro. Denis Jacobs forma parte de un pequeño grupo discreto de "demarcadores" (quienes marcan o señalan una área) que surcan kilómetros de montañas y bosques del Yukón para plantar estacas de madera en el suelo. Desde hace muchos años, delimitan y localizan tierras para las compañías mineras, autorizándoles así a explotar el subsuelo en búsqueda del precioso metal. Con el repunte del precio del oro, los "demarcadores" tuvieron que cambiar sus hábitos: este año, continuaron trabajando durante todo el invierno. Nuevos descubrimientos de oro en la región motivan la actividad. “Desde el momento donde el precio del oro aumentó, todo cambió, esto se desencadena, en replanteamiento.” Afirma Denis Jacobs.
Cien años después de la primera fiebre del oro, El Yukón (Canadá) es otra vez codiciado.
Estos últimos años, las compañías registraron unos 15,000 títulos de exploración por año, estima un porta voz de las autoridades del Yukón. Casi ninguna demarcación tuvo lugar en invierno. En marzo del 2011 se hizo 18, 472, de 34, 02 concesiones registrados sólo en el período de enero a marzo del 2011. El gobierno de Yukón, contrariamente a las prácticas más corrientes en el resto del mundo, exige que la demarcación se efectué a pie: las concesiones son enseguida registrados en uno de las cuatro oficinas de conservación de registros mineros del Yukón. Después de la gran fiebre del oro de 1890, este territorio canadiense no cesó de elaborar reglamentos detallados. La mayor parte del tiempo, los "demarcadores" aprovechan del largo invierno glacial de Yukón para interrumpir su actividad. Las avalanchas y las temperaturas que descienden por dejado de -30°C no son que algunos peligros que presenta este periodo. Aventurero del bosque Una larga marcha que durara horas se inicia, durante la cual el grupo de Denis Jacobs plantan estacas y señalan los arboles con la ayuda de su hacha o bien con cinta. Las reglas son complejas, pero lo esencial, su trabajo consiste en obtener para sus clientes la autorización de explotar el sub suelo de las parcelas que señalaron. La sociedad de Denis Jacobs, Coureur des bois Ltd. (Aventurero de los Bosques), tiene muchos competidores en la demarcacón, que no es más que una parte de sus actividades.
En "Easy chair", la crónica emblemática de Harper’s, el editorialista Thomas Franks’ toma a los amigos del oro (« Metales preciosos para sacar provecho de la paranoia”, julio 2011). Él recuerda que fue Roosevelt que desconectó el dólar del Patrón Oro en 1933 para relanzar la economía. La mayoría de los que hoy defienden el oro, precisa el periodista, no se posesiona con relación a un debate monetario, pero sucumbe al aura del metal precioso.
Sud África: El repunte del precio del oro, los ladrones acuden Las explotaciones sudafricanas hacen frente a una competición dura: los zama-zama*, frecuentemente ex mineros regulares, vienen a robarles el metal precioso en extremas condiciones. El Courrier International realizo un reportaje, en donde se muestran las condiciones difíciles en los que trabajan los mineros: los silbidos nos traspasan las orejas mientras que la temperatura y la humedad se hacen más asfixiantes. (…) Luego de un interminable descenso, el ascensor se detiene: "#6 DRD Blyvoor, nivel 15, 1 783,08 metros", podemos leer sobre un panel verde”. Bienvenido al nivel 15 de la mina Blyvoor, explotado por la empresa minera DRD Gold, cerca de 1,8 kilómetros bajo la superficie de la Tierra. Allí, los rayos de luz sólo son de sus cascos de los trabajadores. Más allá de estas zonas iluminadas comienza el territorio de los ladrones de oro. Se estima que el sub suelo sudafricano alberga cerca de 36,000 toneladas de oro, es decir un tercio de las reservas mundiales aun no explotadas. En 1970, el país representaba más del 70 % de la producción mundial del metal precioso, hoy cuenta menos del 10%. Las minas más profundas del mundo se encuentran en los alrededores de Johannesburgo. Su explotación es una lucha permanente, un agujero devorando energía y material. Los sistemas de climatización les cuestan enormes cantidades de dinero. Solo la rentabilidad económica de estas operaciones puede justificar tales condiciones de trabajo, explica Chris Miller, representante de la sociedad aurífera Gold Fields. Los “zama-zama” a la caza En setiembre último (2011), el precio de la onza de oro estuvo cerca de los 1,900 dólares, es decir seis veces más que su valor de hace 10 años. A este precio, el oro ya no sólo interesa a las empresas sino también a toda suerte de ladrones. Ubicado en la provincia de Gauteng, la mina Blyvoor remueve alrededor de 80 000 toneladas de tierra por mes, de donde extrae cerca de 300 kilos de oro. En total esto representa 3,6 toneladas por año, es decir cerca del 2% de la producción nacional. A cientos de metros por debajo de la tierra, extraen el oro con sus propias manos. Estos suelen ser hombres jóvenes que tienen el sueño de hacerse ricos.
Pepita en Suiza
Producción y reservas mundiales de oro [1] |
Los zama-zama se aventuran donde los otros mineros no se atreven a ir. Ellos trabajan sin medidas de seguridad y sistemas de aireación o de climatización en las galerías donde la temperatura puede llegar a 50°C. Ellos no tienen mucha agua para limitar las nubes de polvo y trabajan en medio de una atmósfera de mercurio que penetra la piel y las vías respiratorias. Los ladrones de oro existen desde los inicios de la industria aurífera. Cada dos años, las empresas como Gold Fields realizan entrevistas individuales y somete a sus empleados a detectores de mentiras para desenmascarar a los eventuales ladrones. Es difícil de estimar las cantidades de oro robados o extraídos ilegalmente. El gobierno estima el monto de robos a 617 millones de euros, es decir alrededor 10% de la producción anual nacional. Antes, los ladrones se contentaban con partes de la mina abandonadas pero hoy ellos están igualmente presentes en las secciones en explotación. Una vez bajo tierra, es prácticamente imposible de encontrarlos en este laberinto de galerías de miles de kilómetros. El oro es trabajado directamente en la mina. Los intermediarios se encargan de entregar las herramientas y maquinas en las galerías y de revender el oro puro en la superficie. La mayor parte del tiempo, este oro pasa por Suazilandia y Mozambique antes de llegar hasta la India o China. El aterriza igualmente en Suiza, afirma Dick Kruger, de la Cámara de Minas. ¿Cómo lo sabemos? Gracias a los métodos de trazabilidad sobre las finas partículas, que permiten de identificas la zona, el método de extracción y a veces incluso la mina de donde proviene el oro. Esto no sirve a gran cosa, reconoce Kruger: "Esto nos da el punto de partida y de llegada del oro, no la trayectoria." Más el precio sube, más la actividad de los ladrones florece. En el 2008, Peter se quedó seis meses en la mina por alrededor de 1 680 euros. Hoy él podría ganar 4,800 euros por el mismo periodo. Una vez más Peter se vuelve a poner sus lentes oscuros y sonríe. Una cosa es segura, él volverá descender en la mina. Senegal - Mali ¿Las manos en el botín? La frontera entre Senegal y Mali es una zona aurífera. Después del incremento del precio del oro, las compañías canadienses, australianas y sudafricanas acuden allí. Esta carrera despierta las frustraciones de las poblaciones que no aprovechan aun. Los medios locales dan cuenta regularmente de incidentes. En diciembre del 2008 en Kédougou, la más grande ciudad de Sudeste senegalés, la población fue incitada a la revuelta. Los motines habían durado una semana, dejando un muerto. En Pambazuka, Sara Cissokho. El Jefe del poblado de Sabodala, declara: "pensamos que los billetes de los bancos fueron a caer a raudales, las infraestructuras sociales de base emergerían de la tierra, que iríamos definitivamente a dar la espalda a la pobreza…" Sudamérica: Colombia Nueva cocaína de los grupos armados Carteles de la droga, mafias y paramilitares se interesan a los recursos auríferos del país, primer productor de oro de la región. Porque el metal precioso reporta más que el tráfico de droga. En Colombia, a más de 4 000 km de Wall Street, el boom del oro atrae a los oportunistas, generando toda una crisis. El primer pais productor de oro de América latina desde 1937, triplicó su producción anual entre 2006 y 2010. Llego a 59 toneladas, una cantidad que podría aun duplicar el próximo año gracias a las inversiones de grandes multinacionales como AngloGold Ashanti y Cambridge Mineral Resources. Pero estas empresas no son las solas a entrar en acción: las guerrillas de izquierda, carteles de la droga y criminales de toda calaña también quieren también su pedazo de la torta. Sabiendo que el precio de los combustibles no cesa de aumentar y que el tráfico de droga es cada vez más difícil, el oro se convirtió en la nueva cocaína. El auge de este sector es tal que los esfuerzos de reglamentación y de vigilancia tienen mal a seguirlos. Simplemente hay demasiados candidatos a estas nuevas actividades y pocos ojos entrenados para asegurar su legalidad. Las autoridades locales pretenden fácilmente su colaboración a estas operaciones a cambio de un beneficio. Sobre todo, el oro no es ilegal: puede ser libremente exportado por las empresas o intermediarios. "Las minas interesan a toda suerte de actores armados", explica Víctor Hugo Vidal, responsable de la sección local del Proceso de Comunidades Negras en Colombia, una asociación regional que obra por la justicia social y vigila las operaciones mineras sobre toda la costa del pacifico. "Es frecuente el patrón del tráfico de droga que explota la mina." El gobierno es consciente del peligro. En septiembre último, el presidente Juan Manuel Santos anunció que los grupos rebeldes están infiltrándose en el sector minero. El gobierno reaccionó rápidamente suspendiendo, desde el mes de febrero, las concesiones de licencias mineras, desde luego muy numerosas. En mayo, el Ministerio de Minas y de Energía anunció una investigación sobre la corrupción en el sector. Batalla económica Sin embargo, durante este tiempo, las minas « informales » continúan apareciendo. Lo más preocupante puede ser la diversidad de grupos armados implicados: las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, principal grupo de guerrilla de izquierda) y el Ejercito de Liberación Nacional (ELN, segundo grupo de guerrilla), pero también una red en crecimiento de bandas criminales que comienzan a poblar las ciudades colombianas. Conocidos bajo el nombre de “bacrim” (abreviación de bandas criminales), estas estructuras mafiosas aparecieron después del vacío dejado estos últimos años en el tráfico de droga y otras actividades ilegales por la inmovilización de los paramilitares (cerca de 30 000 paramilitares involucrados desde el 2006), actores tradicionales del conflicto. Estos bacrim luchan igualmente por el control económico. Sobre una ruta no pavimentada de Buenaventura [principal puerto de la costa pacifico colombiana], un minero artesanal que, hace algunos meses, se dirigía regularmente a una mina “informal” situada a 45 minutos contó al Courrier International las escenas de líos que pudo atestiguar. Los grupos armados que buscan controlar una parte de la mina fueron muchos que “fue imposible saber quiénes fueron” dijo, bajo el anonimato. El 25 de julio, la International Crisis Group (ICG, ONG independiente) denunció las “alianzas entre los criminales y una parte de la élite económica local”. Con el objetivo de asegurarse el apoyo de responsables locales susceptible de facilitarles el acceso a las minas, los grupos armados no dudan, por elegir sus candidatos, para recurrir a la intimidación o peor. El Alto comisario de los derechos del hombre de las Naciones Unidas señala igualmente los desplazamientos de poblaciones en la zonas de explotación mineras a lo largo de la costa del Pacifico y en el norte del país. Grupos armados incluso, en ciertos casos, las empresas legales expulsan las comunidades de sus tierras indemnizándoles débilmente y, en otros casos sin nada. En las regiones ricos en minerales, los habitantes trabajan como mineros artesanales desde hace muchos años. En las regiones del país ricos en minerales, los habitantes trabajan como mineros artesanales desde hace muchos años. Muchos ganan su vida de cada día gracias a esta actividad. "No hay otras opciones" dice el minero. Pero cuando los grupos armados irrumpen en estos lugares, las oportunidades se agotan. El gobierno colombiano considera la explotación minera como un sector en expansión. En el 2006, el gobierno de Álvaro Uribe había anunciado un plan para transformar Colombia en un “país minero” de aquí al 2019. Según el Courrier International, el documento indica las medidas a tomar para hacer el país más atrayente para los inversores extranjeros, dotando el sector de reglamentaciones claras y multiplicar las incitaciones económicas. Pero, en su fiebre del oro, las instituciones del país tuvieron una tendencia a olvidar las normas medioambientales. Incluso cuando las minas disponen de una licencia, sus operaciones no están siempre reglamentadas. "Es una catástrofe medioambiental, en particular para la producción agrícola, la pureza del agua y el conjunto de la población", deplora Gustavo Gallón, director de la Comisión colombiana de juristas (una ONG de defensa de los derechos del hombre). "Es espantoso como si habríamos regresado a la época colonial." Una pobladora de Buenaventura, Lucmilla Gutiérrez García, va aún más lejos: "Esta actividad minera es la guerra la más feroz que hayamos conocido."[1] Breves: Alaska quiere salvar sus salmones El Estado más septentrional de los Estados Unidos se preocupa por sus salmones. Un proyecto de explotación aurífera no lejos de Bristol Bay, sobre el estrecho de Berin. Los ecologistas dicen que la apertura de una mina en esta región pondría en peligro un ecosistema aun virgen. El paraíso sub marino volcánico La mina de oro del futuro se encuentra a 1 600 metros bajo el agua, anuncia la revista especializada New Scientist. A partir del 2013, la compañía canadiense Nautilus Minerals proyecta explotar los depósitos metálicos de las chimeneas hidrotermales a lo largo de la Papouasie – Nueva Guinea, sobre un lugar llamado Solwara 1. Estas formaciones sub marinas de origen volcánico son también ricos en minerales de gran calidad y en biodiversidad. Frente a las inquietudes de los científicos, Nautilus Minerals se comprometió a minimizar el impacto ecológico de su explotación. La fiebre del oro en California Más de 150 años después del inicio de la fiebre del oro en California, se está presto a volver a explotar uno de los principales lugares de extracción del precioso metal amarillo, según The Daily Telegraph. Situado en el interior de las tierras, al este de San Francisco, la Lincoln Mine retomara pronto sus actividades. La explotación deberá igualmente retomar sobre otro lugar californiano, 50 años después de la fiebre del oro en la región. En el 2008 ya una primea mina había reiniciado a producir oro en la frontera mexicana. Fuente: [1] L’OR : La face cachée d’une frénésie mondiale, Courrier International, Hebdo n° 1103-1104 del 22 diciembre del 2011 al 04 de enero del 2012. _____________________________________________ *Zama-zama proviene de la lengua zulú que significa algo así como: “aquellas que capturan su suerte.” También es el nombre dado a los ladrones de oro que operan en las minas más profundas et las más peligrosas de África del Sur.
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