Lo último

El deshielo del Ártico podría cambiar la situación en el plano geopolítico

El frenesí que rodea a la exploración petrolera y gasífera en la parte recientemente accesible de las aguas del Ártico podría dar señales de cambios en el futuro. Explicaciones.

En la eventualidad donde, como los científicos lo prevén, ciertas vías marítimas del Polo Norte hoy inaccesibles lo vendrán en las próximas décadas, podrían definitivamente rediseñar las rutas comerciales y cambiar la situación en el plano geopolítico.

El próximo verano será testigo de la actividad humana más intensa que jamás haya existido en esta región. El gigante petrolero Shell deberá poner en marcha grandes operaciones de exploración y, las actividades de la pesca, turismo y del transporte marítimo también deberán desarrollarse. Los expertos afirman, sin embargo, que esta afluencia supone riesgos para el medio ambiente y podrían proliferar actividades delictivas ligadas a la pesca ilegal, al contrabando y al terrorismo.

"Intensificar la actividad humana en el Ártico tendrá consecuencias tanto positivas como negativas", dijo la semana pasada el teniente general Walter Semianiw, comandante canadiense. "Los cambios serán perceptibles, nos guste o no."

Según los pueblos indígenas, científicos y militares que se encuentran en el lugar, el deshielo, es más rápido de lo esperado. Algunas estimaciones dan a entender que la capa de hielo podría desaparecer completamente durante los meses de verano desde el año 2040 y posiblemente mucho más antes. Esto podría reducir en más de una semana el trayecto entre Europa y los puertos chinos o japoneses, potencialmente afectar el tráfico itinerario sur del Canal de Suez.

Pero en la medida en que gran número de estas rutas marítimas claves que atraviesan aguas ya disputadas contienen probablemente la mayoría de las reservas energéticas no explotadas del planeta, algunos temen la aparición de conflictos.

Malestar persistente

Existen señales indiscutibles de cooperación creciente, como la reunión de jefes de Estado Mayor de la región que se celebrará en Canadá este mes o las simulación de operaciones conjuntas de ejercicios de búsqueda y rescate bajo la dirección del Consejo del Ártico. Pero está claro que un sentimiento de malestar también está ganando terreno. Noruega y Canadá, por ejemplo, pasaron estos últimos años instalando discretamente programas de re-equipamiento militar, desplazando sus tropas y otras fuerzas hacia las bases ampliadas del norte o hacia las bases recientemente construidas.

En cuanto a los Estados Unidos que había retirado la mayor parte de sus fuerzas de esta región después de la Guerra Fría, parecería que está interesado ​​de nuevo en este territorio. Algunos oficiales estadounidenses temen que Washington  pierda su influencia en el Ártico, en beneficio de nuevos competidores como China. "Estamos en muchos aspectos por un Estado del Ártico, sin estrategia para esta región", dijo el comandante ajunto de los guardacostas de los Estados Unidos, Brian Salerno.

Los Estados Unidos todavía deben ratificar la convención de la ONU sobre el derecho del mar, utilizado por la mayoría de los países como punto de partida para los debates sobre el espinoso tema del territorio Ártico.

Las disputas territoriales

Los expertos en esta área han contabilizado al menos nueve conflictos territoriales diferentes. Rusia está considerada como uno de los que está dispuesto a afirmar su presencia en esta región alejada rica en recursos donde podría fácilmente ocultar sus submarinos equipados con misiles balísticos. Moscú, gestiona casi todos los rompehielos del mundo, es decir aproximadamente 34, aunque la mayoría son viejos barcos oxidados. No obstante, algunos son impulsados ​​por reactores nucleares.

Noruega y Rusia han sostenido desde hace mucho tiempo tensas discusiones sobre la isla Svalbard, considerado por muchos como noruego, pero que acoge cada vez más a los inmigrantes rusos. Oslo anunció este año la creación de un "batallón del Ártico" explícitamente vinculado a una formación similar a la puesta en marcha por la armada rusa al otro lado de la frontera.

En el 2010, Islandia se negó a vender una vasta extensión de su territorio a un empresario chino que quería desarrollar un proyecto de ocio y campos de golf. Este país argumentado razones de seguridad nacional. Groenlandia espera su turno para recibir las ofertas de los inversores, a menudo asiáticos, después de la reciente concesión de derechos de exploración y extracción de minerales. Ciertos expertos afirman sin embargo que esta apertura del Ártico, si fuera correctamente supervisada, podría ser beneficioso para muchos países.

"Veo el Ártico como una oportunidad para la cooperación antes que la confrontación", dijo Christian Le Miere, encargado de la investigación en asuntos marítimos para el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos en Londres. La extensión de la región, sus recursos difícilmente explotables y los obstáculos a la navegación (tales como témpanos de hielo o la cartografía aproximada), continuarán no obstante representando una amenaza.

"No temo un conflicto armado en el Ártico", dijo el capitán Bert, guardacosta estadounidense. "Temo sin embargo que no estemos preparados para manejar catástrofes mayores que podrían producirse allí. Esto es cada vez más probable en la medida en que cada vez más y más gente va  allí. " [1]

Referencia:
[1] Techniques de l’Ingénieur, 06 de abril del 2012.

No hay comentarios.