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Crónica N° 01 | El chantaje y castigo en las elecciones

En los sistemas de conteo de votos, los viciados o nulos tienen una razón, eso es por un lado. Por la otra están las propuestas que los verdugos eligieron para presentarlos como los mejores, pero en realidad son las propuestas nefastas para los interese de los peruanos.

Para declarar como ganador, según Ley Orgánica de Elecciones (Ley Nº 26859), el Presidente y Vicepresidentes de la República se requiere haber obtenido más de la mitad de los votos válidos, sin computar el voto nulo y blanco.


Si tenemos 100 votos emitidos por los ciudadanos, de los cuales el candidato RAT1 obtiene el 40%, el candidato RAT2 el 43% y los votos en blanco o viciado (los que anularon y viciaron sus votos, son aquellos en las cuales las dos opciones no tienen absolutamente nada que rescatar) el 17%. Con estas cifras no tenemos a un ganador presidencial (debe obtener 51 o más votos).
  

Entonces, el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) buscó un mecanismo muy discriminatorio para ignorar o echarlos a la basura la decisión o elección de los 17 ciudadanos que no votaron por ninguno de los dos candidatos. Entonces el 40% y el 43% ahora se transforman en votos válidos y lo interpretan como un nuevo 100%. A partir de este nuevo total, los 40 ciudadanos ahora representan el 48% y los 43 otros, representan el 52%. Es así, como con este nuevo cálculo se pretende decir que el ganador es legítimo, ya que obtuvo más de la mitad del total que emitieron sus votos.

Muchos afirman que el voto viciado o nulo solo beneficia a un candidato (a sus opositores por lo general); lo cual no es cierto. En realidad lo que hace el JNE con ese nuevo cálculo de conteo discriminatorio, es simplemente aumentar los porcentajes a ambos candidatos, como si el 17% no existieran (millones de ciudadanos).
Otro problema de las elecciones en el Perú, es obligar a los ciudadanos a votar. ¿Cómo es posible obligar a la gente ir a las urnas para elegir a las propuestas que los verdugos minoritarios impusieron? Simplemente porque los que controlan los poderes del Estado peruano están íntimamente ligados a trabajar por sus propios e egoístas intereses personales o para las empresas que los exoneran de impuestos y responsabilidades sociales. Son ellos los que desinforman y elaboran mecanismos fraudulentos en los poderes y organismos del Estado peruano para seguir dominando con mentiras.

Mientras todo esto ocurre, el pueblo es olvidado, vapuleado, ignorado, pisoteado, mantenido en la ignorancia, discriminado, mantenido en la delincuencia, sometido en la ignorancia. Y, cada 5 años estos verdugos presentan a sus títeres y candidatos que pretenden tener la solución a los problemas del país (educación, salud, transporte, economía, narcotráfico, corrupción, etc.). Pero esa retorica ya es conocido y las cosas siguen igual o peor para la gran mayoría de los peruanos. Casi 200 años de sometimiento político y económico, no hicieron del Perú un país grande, fuerte, soberano y digno para sus ciudadanos. Esto seguirá así y mucho peor si no se hacen reformas constitucionales para los intereses de los peruanos.
Y, si el ciudadano no elige a uno de sus candidatos propuestos por los verdugos, aparte de mantenerlos en la pobreza, de asesinarlos, de esterilizarlos forzadamente, de entregar sus recursos de los peruanos a los extranjeros, etc. se les obliga o castiga económicamente hasta a los más pobres con  19,75 nuevos soles y al resto con 39,50 y 79,00 nuevos soles.
Tener a dos candidatos que no tienen en sus objetivos robustecer o fortalecer al Estado peruano, es como tener frente a la mesa nada más que dos opciones de plato. Si sabes que un plato te mandará al hospital, te destruirá tu sistema inmunológico, te debilitara, te dará alergias, que no te nutre, que aumenta la obesidad, etc. y el otro plato también hará lo mismo o hasta incluso te va a matar; entonces en tu sano juicio no elegirías ninguno de ellos. Pero ahí, es donde aparece tu verdugo con sus poderes nebulosas (empresarios, medios de comunicación, intelectuales, grupos económicos, seudoperiodistas, políticos, etc.) para decirte que estás obligado a elegir; en caso contrario se te castigará (pagar una multa). 
Es una sinvergüencería obligar pagar o castigar si no eligieron lo que los verdugos te pusieron como propuestas. En una democracia, no se puede ir contra la voluntad de sus ciudadanos, sino estaríamos hablando de una república chantajista, al mismo estilo que el periodista Garro hizo con Quique en la novela Cinco Esquinas de Mario Vargas Llosa.
Viciar o votar nulo, no es que los otros decidieron por ti, sino todo lo contrario te da la fuerza para cuestionar los desaciertos de la propuesta que ganó e incluso hacer un llamado a los que apoyaron a esa propuesta. Viciar tu voto, no te hace cómplice alguno, sino todo lo contrario, es un acto digno, meditado y racional de rechazar lo malo para los intereses de la mayoría.

Y, los que ya decidieron elegir una propuesta, si son consecuentes, rechazarán toda prepotencia del gobierno de los próximos años. También deben ser los primeros en protestar si existe alguna muerte humana causada por el gobierno. Si sucede esto, el gobierno de turno debe ser sometido a consulta popular para una revocatoria inmediata.

© Junio, 2016

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